LA MEJOR SERIE


 Emitida entre 1989 y 1998 es considerada por críticos y estudiosos de la televisión como un hito televisivo muy popular e influyente de los’90. La serie buscó retratar una vida cotidiana del propio Jerry Seinfeld (algo que se había visto poco en TV) y sus  amigos, Kramer (Michael Richards), George Constanza (Jason Alexander) y Elaine Benes (Julia Louis-Dreyfus), quienes interactuaban en el departamento de Jerry y la ciudad de  Nueva York.

En “Seinfeld” la importancia radicó en la observación de los hechos cotidianos, junto con encontrar la forma de parodiarlos hasta llegar, incluso, al ridículo. Esto se logró usando las excentricidades, el carácter y la conducta de los cuatro protagonistas, más sus amigos. El guion tenía una característica especial de que las historias paralelas de Jerry y sus amigos terminaban cruzándose al final de cada capítulo, siendo frecuente que uno o más anulara, sin querer, las pretensiones  o éxitos del otro y viceversa. Esto, aunque 17 años después nos parezca tan absurdo, son los automatismos que ocupan la vida del ser humano en la actualidad y son parte de lo que conocemos como “civilización”.

Una visión de mundo peculiar pero encantadora. Jerry Seinfeld podía escribir un texto como un monstruo de la comedia, buscando un punto de equilibrio entre un hecho y su reacción opuesta. Por ejemplo, cuando le hablaban de compromiso sus ojos se abrían del pánico y la boca apretada hablaban de alguien que sólo quería escapar. O también podía pasar el día entero quejándose de que no encuentra a la persona indicada pero cuando la podría tener en frente sólo repara en excusas y detalles tontos porque los personajes principales eran mentirosos, egocéntricos, egoístas y siempre ponían el beneficio propio al frente de todo, sin aprender nunca la lección

¿Por qué algo así fue tan famoso en su época? Lo que pienso es que los productores detectaron un tipo de público que, simplemente, no quería saber de problemas, no quería ni le interesaba reflexionar sobre la vida y sus miserias; había público que no quería saber nada con líos emocionales.  “Seinfeld” es 100% comedia, y siendo una comedia tan absolutamente de nada hacía muy buen contraste con lo que sucedía en la realidad de esos tiempos; además,  fue de las primeras series cuyos personajes no eran familiares, tenían más de 30 años y no estaban casados, lo que hablaba justamente de esta nueva generación de espectadores que quería consumir otros productos televisivos. “Seinfeld” fue un buen ejemplo de que la vida está llena de trivialidades y que a muchas de ellas las transformamos en el centro de nuestra existencia.

El personaje principal es Jerry Seinfeld, cuyo único objetivo en el show era proveer la comedia que obtiene de la miseria de sus amigos. Jerry es el claro ejemplo de un personaje “pasivo”. No parece enfrentar ningún dilema grave, todo lo podía solucionar con dinero; también llamaba la atención por sus excentricidades (obsesivo con la limpieza y bastante obsesivo con Superman). Hay distintas opiniones sobre sus números de comedia porque se basaron en el humor observacional norteamericano. Me imagino que la razón por la que dejaron de hacerse, después de la séptima temporada, es porque al principio el show se basaba en cómo Jerry obtenía su material de rutina, pero a medida que fue avanzando la serie estos materiales ya no tenían mucho sentido y fueron reemplazados con situaciones cotidianas.

George Constanza era un neurótico, mentiroso, inseguro ser humano que de alguna manera logró ser el mejor “amigo” de Jerry (no sé si fueron amigos realmente) y que a diferencia del protagonista, le suceden las tragedias más horribles, pero, característico de la serie, jamás cambió sus maneras lo que lo llevó a sufrir drama tras drama. Lo curioso de este personaje es que sus historias estaban basadas simplemente en su ego y en su forma de ser.

Cosmo Kramer pareció ser el más decente porque podría catalogarse de enteramente ficticio. El show hacía mucho énfasis en decir que nadie podía vivir como Kramer, que durante la serie nunca trabajó y frecuentemente entraba al apartamento de Jerry para tomar lo que quisiera.

La ex-novia de Jerry, Elaine Benes, no era un personaje muy original y sólo lo pusieron después que los ejecutivos vieron que el programa era muy masculino. Fue creciendo en importancia y agudeza y catapultó a Julia Louis-Dreyfus al sitial de ídola dentro dela comedia femenina norteamericana (título que no se le discute, incluso, hasta hoy).

Y otro de los puntos por lo que esta serie será muy recordada es por su final. A diecisiete años del último capítulo es fácil entender la frustración, pero una mirada más fina permite entender el valor que tuvo ese último episodio. El juicio de Elaine, Jerry, George y Kramer es un ejemplo de coherencia narrativa. Si algo aprendimos con “Seinfeld” es que los personajes no cambiaron, no evolucionaron. Al final del día seguían siendo los mismos egoístas y desconectados que fueron en un principio. Este final no fue para nada una burla hacia los fans, en realidad fue un homenaje a los aficionados más fieles, a los que entendieron la referencia final de la conversación entre George y Jerry sobre el último botón de la camisa, el que hablaba más de su personalidad que de un artículo de ropa, lo que subraya el cinismo, el descaro y el atrevimiento que a esas alturas el guion ya se permitía con libertad pues la tarea había sido realizada.

¿Es “Seinfeld” la mejor comedia de la historia? Es casi seguro que sí porque hizo tanto con lo más trivial, causó muchas risas de la nada y permitió que un público hastiado del trabajo, abusos, depresiones, enfermedades, guerras, caos social se liberara cada noche viendo a 4 amigos causando risa de la simple observación sin reflexión. Hablar de “Seinfeld” es que se vengan a la mente tantos episodios con características de un humor único que sólo esa extraña mixtura de amistad, complicidad y cinismo podían dar. Todos los episodios tienen su encanto, un encanto que se mantiene intacto  y es que la realidad actual soportaría perfectamente el regreso de los 4 amigos neoyorquinos, porque “Seinfeld” ya rebasa edades y tiempos.

Comentarios

Entradas populares